Desde el año 2003 estoy inmerso en la práctica privada de la odontología. Gracias a Dios ha sido una experiencia increíble.
Me he dado cuenta de cómo la odontología puede ayudar de forma importante a las personas. Hemos ayudado a mejorar la calidad de vida de muchos de nuestros pacientes. Desde quitar un dolor dental fuerte, hasta crear una mejoría en la percepción de cómo se ve y siente una persona al corregir aquello que le impedía sonreír con libertad y hablar con confianza.
Lo que ha diferenciado a nuestra consulta es el trato personalizado. Nuestros pacientes son tratados únicamente por el especialista a cargo, no importa lo grande o pequeño, lo simple o complejo que sea el procedimiento, somos nosotros, los doctores, los que estamos detrás de todos los detalles de cada plan de tratamiento.