Además de mi labor como pediatra general, también me dedico con gran compromiso a la atención y terapia de los recién nacidos que enfrentan enfermedades graves. Entiendo que estos momentos pueden ser especialmente desafiantes para las familias, y mi misión es brindarles a estos pequeños pacientes el mejor cuidado posible para que tengan la oportunidad de recuperarse y prosperar.
Cada día trabajo con dedicación para que los bebés puedan superar estas dificultades y para que los padres tengan la esperanza y la certeza de un futuro juntos lleno de amor y salud. Es un honor para mí acompañarles en este camino tan importante.